Crónica | Feira de Manizales – Especulación

ESPECULACIÓN

  • 3 de janeiro de 2022, Colômbia
  • Feira de Manizales, 2º Festejo
  • Matadores: Ricardo Rivera (ovação após dois avisos e ovação após petição), Román (duas orelhas e silêncio) e Juan Sebastián Hernández (orelha e silêncio após aviso)
  • Ganadaria: Santa Bárbara

Una parte trascendental de la actividad taurina comienza cuando cae el último toro del festejo. La especulación aparece entre los aficionados, que durante horas pueden vivir una nueva corrida de toros, que tiene como participantes a los mismos toros y toreros que la que se acaba de terminar, pero con resultados distintos a lo visto en realidad. Si le hubiera dejado la muleta en la cara al tercero, hubiera cortado las orejas, puede afirmar un aficionado que nunca ha cogido una muleta, pero que está seguro de su hipótesis taurina. También, otro sostiene: si lo hubiera lidiado a media altura, el cuarto no se hubiera aburrido tan pronto. Y así sucesivamente, en cada conversación se construye una nueva corrida con recuerdos ciertos que se entrelazan con disquisiciones imaginarias.

Para no ser la excepción, puedo decir que si los primeros tres toros que saltaron al ruedo hubieran ocupado los últimos tres turnos, la corrida de ayer en Manizales hubiera dejado un recuerdo más feliz en los aficionados que acudieron a la Plaza de Toros para ver a Ricardo Rivera, Román y Juan Sebastián Hernández enfrentarse a Toros de Santa Bárbara, que fueron bellos todos, bravos y serios dos, con genio y nobles otros dos y muy difíciles los otros dos que se lidiaron.

Ninguno de los toros pesó más de quinientos kilos pero aun así se vieron armoniosos y serios, lo que sumado al buen comportamiento de la mayoría de los animales, deja un buen recuerdo de Santa Bárbara. Ricardo Rivera tardó en acoplarse y entender la embestida del primer toro de la corrida, pero cuando lo hizo toreó con gusto y belleza, sobre todo por el pitón derecho; no fue efectivo con la espada y su actuación solo fue reconocida con un saludo desde el tercio. El segundo de sus toros desarrolló más problemas y no aparecieron las opciones de triunfo.

Pese a su juventud, Román es un viejo zorro de los ruedos. Conoce los secretos de la técnica y del manejo del público y por eso con facilidad pasaba de una templada tanda de derechazos a cualquier pase por alto. Una destacada ejecución de la suerte suprema le permitió cortar dos (2) orejas al segundo toro de la tarde, aunque con una, hubiera sido suficiente. En el quinto, nunca se confió. Fue desarmado por el toro y, a partir de allí, Román se preocupó más por la forma en la que entrarían a matar, que por tratar de construir faena.

Hernández, en el tercer toro de la tarde ligó buenos pases por el pitón derecho y mató con acierto, lo que le permitió cortar una oreja. En el sexto, logró ejecutar algunos naturales de buen nivel, pero como mató de mala forma perdió cualquier posibilidad de cortar alguna oreja y salir en hombros al lado de Román.

Para satisfacción de los aficionados, que llenaron tres cuartos de los tendidos de la plaza, la corrida de Santa Bárbara cumplió con su presentación y buen comportamiento generalizado. Al final salió en hombros Román, pero quedó la sensación de que si el orden de lidia de los toros hubiere sido distinto, el resultado hubiere sido otro.

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