TRIUNFO DE ROCA REY
- 8 de janeiro de 2023, Colômbia
- Feira de Manizales, 7º festejo
- Matadores: El Juli (ovação após aviso, silêncio e silêncio) e Roca Rey (orelha, silêncio e duas orelhas)
- Ganadaria: Ernesto Gutiérrez
Se sorprende uno de que El Juli no salga en hombros en Manizales en una corrida en la que se lidiaron toros de Ernesto de Gutiérrez. Y sorprende más que alguna parte del público lo haya pitado al finalizar la lidia del tercero de los toros que le correspondió y al abandonar la plaza. También se sorprende uno de que algunos de los toros de Miguel Gutiérrez fueran pitados en el arrastre e incluso de que se haya protestado la presentación de varios de los animales que saltaron al ruedo en la tarde del 8 de enero para ser lidiados por El Juli, como se dijo, y por Andrés Roca Rey.
Desde que se anunció el mano a mano entre el torero español y el torero peruano, se tuvo a ese encuentro como la corrida de mayor expectación de la corta temporada taurina colombiana, pues El Juli aceptaba el reto de medirse con Roca Rey en Manizales, que es desde siempre feudo del Juli, para comenzar de esa manera la celebración de sus 25 años como matador de toros. Por eso, hasta los monosabios y la empresa organizadora de la corrida tomaron partida por El Juli antes de que se iniciara el festejo, al punto de que se adecuó el ruedo con un mensaje de felicitaciones para el español y de que CORMANIZALES le entregara un vaso de plata como reconocimiento a su trayectoria.
Sin embargo, lo que ocurrió en el ruedo no fue precisamente una celebración del Juli. Pese a que rozó la perfección al lidiar al primer toro de la tarde que, aunque repitió sus embestidas en la muleta del Juli, careció de emoción, por lo que al tardar la caída del toro después de la estocada, se esfumó cualquier posibilidad de premio. Pareció como si desde ese momento El Juli hubiera renunciado a su celebración para convertirse en un invitado más a la exhibición torera de Roca Rey, que cortó una oreja de su primer toro y dos más del animal que cerró la corrida y salió en hombros entre la aclamación de los aficionados.
El Juli logró meter en la muleta al segundo de sus toros y arrancó buenas tandas, pero extrañamente, como había ocurrido en el primer toro, no conectó con el público y volvió a fallar con la espada. Por demás, la lidia del quinto fue solo trámite. No se hizo presente El Juli lidiador y pareció como si lo único que quisiera era abandonar la plaza.
Por su parte, Roca Rey demostró por qué tarde tras tarde las plazas del mundo se rinden ante su toreo. Estuvo bien lidiando a sus tres toros; en especial al sexto, en el que fue todo pasión y entrega. Se echó de rodillas y se cambió al toro por la espalda, con tal arrojo, que la plaza decidió que a cualquier precio lo sacaría en hombros. Después de ese emocionante inicio de faena, adelantó la muleta y hasta donde el toro se lo permitió lo sometió por bajo, ligó largas series en redondo y no hubo terreno del ruedo que estuviera vedado para perseguir al manso toro de Gutiérrez, que buscaba resguardarse en cualquier sitio para no embestir. Lo mató de una estocada fulminante y automáticamente cayeron las dos orejas. Si en un mano a mano es necesario definir a un ganador, con creces se encontró en Roca Rey. Su pundonor, entrega, torería y valor se impusieron a la abulia del Juli. Los toros de Gutiérrez, siempre tan esperados y tratados con cariño, decepcionaron por presentación y juego. Muchas explicaciones se han dado sobre el fenotipo de la ganadería, aspecto justificable e invariable, pero cuando los toros no embisten por mansos, las explicaciones no resultan tan entendibles.
Adenda: Luis Bolívar repite como triunfador de la feria. Esta vez, sin mácula, recibió la catedral de Manizales. Santa Bárbara, de nuevo se quedó con el reconocimiento a la mejor ganadería; ojalá las figuras optaran por lidiarla.
Fotos: CORMANIZALES