Crónica | Feira de Manizales – Protesta Romántica

PROTESTA ROMÁNTICA

  • 7 de janeiro de 2023, Colômbia
  • Feira de Manizales, 6º festejo
  • Matador: Sebastián Castella (palmas, silêncio, silêncio, silêncio após aviso, duas orelhas e palmas)
  • Ganadarias: Ernesto Gutiérrez, Juan Bernardo Caicedo e Las Ventas del Espíritu Santo

“En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira.” Esta es una expresión que se ha atribuido a Shakespeare, pero que se dice es de Ramón de Campoamor y que se ajusta a un hecho ocurrido en la tarde del 7 de enero en Manizales. Lidiaba Sebastián Castella con el capote al primer toro de la corrida, y al abrirse la puerta de cuadrillas para permitir el ingreso de los caballos de los picadores, raudo y con muleta en mano apareció el matador Guillermo “Perlaruiz” haciendo las veces de espontáneo. Y en ese papel, sometió por bajo al toro. Después de eso, apretó la mano de Castella y con dignidad abandonó el ruedo. No pretendía el torero una oportunidad para él, que es el móvil habitual de quienes aparecen como espontáneos, sino que buscaba protestar por la conformación de algunos carteles en las ferias de Cali y Manizales en los que no se incluyó a ningún torero colombiano. Por eso, portaba una camiseta que decía: (i) FIGURAS DEL TOREO SI PERO CON TOREROS COLOMBIANOS y (ii) PARA QUÉ Y PARA QUIÉNES ESTAMOS DEFENDIENDO NUESTRA FIESTA BRAVA.

Como es lógico, para decirlo en términos corporativos, los stakeholders, o grupos de interés de la tauromaquia tienen diversas, e incluso contrarias posiciones sobre el fondo y la forma del reclamo, que sobrepasan el tamaño de este espacio y que por ello deben ser objeto de posteriores reflexiones. Sin embargo, en un mundo en el que se pretende que las protestas no incomoden o que se limiten a un Hashtag en twitter, tiene mucho de romántico que se acuda a la muleta y al toro mismo para protestar.

Después de la protesta, la corrida transitó por un sopor marcado por el querer de Castella y el no poder de los toros. Y no es que Castella hubiera estado mal; todo lo contrario, se cruzó con los toros, cargó la suerte, ofreció la muleta con verdad, pero uno tras otro los animales no respondieron y, para sumar a la decepción, se mató muy mal durante toda la corrida. Era ese el camino de la tarde, hasta que salió Descarriado de Las Ventas del Espíritu Santo, bien hecho, con kilos y amplia cara. Con mando y poder revestido de suavidad, Castella ligó buenas tandas de muletazos, sobre todo por el pitón derecho. Pinchó sin soltar, luego dejó una estocada defectuosa pero efectiva y sin dudarlo mucho, el presidente concedió las dos orejas y una vuelta al ruedo al toro. Para ser francos, la vuelta al toro y una de las orejas fueron premios excesivos. En el sexto, que fue bueno, el torero intentó torear con verdad, pero la falta de ligazón y continuidad en los muletazos impidió que la faena cogiera vuelo.

Volvió Castella a los ruedos, demostró que no ha perdido forma ni física ni taurina y que ha ganado poso y temple. Las encerronas tienen el riesgo de caer en la aburrida repetición de las formas y faenas. Sin embargo, Castella procuró ser variado con capote y muleta. Con todo, pese a haber salido en hombros, no triunfó como se esperaba y quería.

Fotos: CORMANIZALES

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