ARCOÍRIS
- 2 de janeiro de 2022, Colômbia
- Feira de Manizales, 1º Festejo
- Novilhada com picadores
- Novilheiros: Juan Gómez Dinastía (silêncio e palmas), Lalo de María (palmas e silêncio após três avisos) e Felipe Miguel Negret (orelha e silêncio após aviso)
- Ganadaria: Achury Viejo
La inmediatez de nuestros tiempos se contrapone a una fiesta que encuentra mucho de su belleza en haberse quedado anquilosada en el tiempo. En un mundo en el que un chef es reemplazado por un robot y en el que cada vez más carros se conducen solos, resulta revolucionario que la tauromaquia siga sustentándose en la romántica idea de que alguien armado con una espada y un pedazo de tela sea capaz no solo de realizar una ofrenda cierta, sino además de crear arte.
En los toros no hay cabida para la inteligencia artificial ni para los juegos de predicción ni para asistentes virtuales que evitan o corrigen errores. La belleza en los toros se encuentra en una tanda de naturales que termina trompicada, en el tumbo de un caballo, en la embestida recia de un toro que rompe las tablas de un burladero; incluso en un pinchazo que impide el triunfo o en una paloma que se posa en una farola al tiempo que el torero remata una tanda de verónicas.
Ayer, por ejemplo, mientras llovía y algunos rayos de sol se reflejaban en los tendidos de la plaza de toros de Manizales, detrás del tendido de sol emergió un doble arcoíris, que adornó el desarrollo de la novillada que abrió la temporada taurina. En el ruedo, un pesado caballo de picar se desplazaba con parsimonia haciendo sonar los estribos del picador, en lo que parecía ser una imagen antigua sacada de vetustos compendios de tauromaquia.
Sin embargo, el resto de la tarde tuvo menos contenido artístico. La novillada de Achury no tuvo la presentación acostumbrada de esta ganadería, pues tres de los novillos evidenciaron ausencia de carnes y pitones. Juan Gómez, aunque serio y firme solo cumplió con el trámite de tratar de lidiar los dos novillos que le correspondieron. Lalo de María, estuvo presuroso, pero tuvo buenos momentos toreando por derechazos al tercero de la tarde, que fue un buen toro; perdió algún trofeo por no acertar con la espada, al punto de que en su segundo toro escuchó tres avisos. Negret, que se notaba más verde, logró entender a su primer toro que también fue bueno y ejecutar algunas tandas correctas por ambos pitones, mató con facilidad y le dieron una oreja; en su segundo novillo, le faltaron recursos técnicos para someter la embestida del animal.
Poco más de media plaza fue buena entrada para un día en el que los turistas apenas llegan y en el que los toros compitieron con la cabalgata de la feria.
Fotos: CORMANIZALES
